viernes, 15 de septiembre de 2017

Estrategias psicológicas para ponerse en forma



Cuando nos decidimos a cambiar nuestro estilo de vida cansados de coger kilos sin parar, cansándonos después de caminar 20 minutos siempre enfocamos nuestros esfuerzos en la alimentación y el ejercicio, sin tener en cuenta que la manera en que afrontamos el cambio  determinará en gran medida el éxito de la nueva aventura. A continuación os proponemos algunas maneras de enfocarlo desde una perspectiva psicológica / organizativa:
  1. Crea el hábito, repite de forma constante una forma de actuar saludable para que después la sigas de forma automática y sin esfuerzo, "En psicología los hábitos son considerados acciones llevadas a cabo inconscientemente en determinados contextos asociadas a determinados actos (como sería ponerte el cinturón al entrar en el coche)". 1
  2. Consigue grandes objetivos con pequeños gestos. Aunque debemos ponernos una meta importante que nos motive lo suficiente, ir añadiendo micro objetivos nos ayudará a no perder la confianza y seguir con la hoja de ruta marcada en un principio. 
  3. Sé realista. Aunque siendo constante se pueden conseguir objetivos increíbles, tenemos que saber desde donde partimos y con qué herramientas disponemos. Estamos constantemente bombardeados con imágenes de cuerpos perfectos, para que nuestros objetivos sean realistas debemos tener en cuenta que en algunos casos la genética es un impedimento (aunque no es tan relevante como para servir de excusa). Además de que las personas que recurren a métodos poco saludables para tener un cuerpo perfecto son más de las que pensamos.
  4. Elimina obstáculos que nos puedan hacer caer montaña abajo cual bola de nieve por el llamado "What the hell effect". Dicho efecto se comprobó en un estudio de la Universidad de Toronto por el cual se juntaron en una mesa personas que estaban a dieta y otras que no. A todos los comensales se les sirvió una porción de pizza y se les pidió que después valorasen unas galletas. Pese a que la porción de pizza contenía la misma cantidad los investigadores la cortaron en algunos casos de forma que pareciese mayor en comparación con las otras porciones. Como consecuencia de esto algunas de las personas pensaron que estaban comiendo más cantidad de lo que realmente comían. A la hora de comer las galletas las personas a dieta que pensaban que habían comido más pizza  comieron más galletas (un 50% más) que los que no estaban a dieta. Por otra parte las personas a dieta que pensaban que habían comido una cantidad de pizza menor comieron la misma cantidad de galletas que los que no estaban a dieta, porque pensaban que no se la habían saltado tanto, curioso ¿verdad? Una manera eficiente de hacerlo según el psicólogo británico Dr. Jeremy Dean en su blog PsyBlog 2 es: Reconociendo en qué situaciones puede darse el "what the hell effect", cuando los objetivos son corto-placistas o cuando estás intentando dejar de hacer algo, beber o comer. Como hemos comentado debemos crear el hábito no vamos a conseguir mejorar nuestra salud y nuestra forma física sólo para un verano(o no deberíamos) y por otra parte, ¿de qué manera cambiamos nuestra visión de inhibición(dejar de comer algo) por una visión más positiva? Lo que nos propone éste psicólogo es transformar el me queda x tiempo sin poder comer porquerías en llevo tanto tiempo con una alimentación saludable. 
  5. Si caes, levántate. Me permito en éste punto no basarme en publicaciones para recomendarte desde mi experiencia que después de un mal momento, lo que de verdad importa es volver a entrar en la rueda, al fin y al cabo lo que queremos es que mejore nuestra salud, "La mayoría de hombres no carecen de fuerza, sino de constancia" (Víctor Hugo). Ánimo con vuestro objetivo!

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